FRENTE AL CAPITALISMO EN CRISIS SOLO HAY UNA ALTERNATIVA: REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
   
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  Europa para los Trabajadores!
 


Editorial "El Internacionalista" N°99 prensa de GSI-LITCI (Francia) http://www.gsi-litqi.org/

¡Europa para los trabajadores!  ¡Huelga general!


En su fase actual –imperialista- el capitalismo concederá algunas migajas a los trabajadores tan sólo después de una lucha intensa y para evitar el riesgo de perderlo todo. Es lo que sucedió en Francia después de la Segunda Guerra Mundial, donde las grandes conquistas obreras -como la seguridad social- que se ganaron en 1946 lo fueron a precio de enormes huelgas. Porque bajo el capitalismo imperialista, ninguna reforma es posible sin  un combate duro y consecuente contra la burguesía.

Por lo demás, la crisis económica -crisis del sistema capitalista- agudiza el carácter irreformable del capitalismo, un sistema que además de condenar a los trabajadores a una explotación cada vez más brutal, condena a toda la humanidad a un retroceso de civilización. Así pues, según Jean-Claude Trichet, director del Banco Central Europeo:"hemos vivido y seguimos viviendo una situación verdaderamente dramática." Determinados entonces a hacer pagar la crisis a los trabajadores, los Gobiernos capitalistas -los de derecha como los de “izquierda”- desencadenan en Europa, bajo la apelación de "reformas", plan tras plan de destrucción de las conquistas obreras y reducción de los salarios.

El 24 de mayo por ejemplo, el nuevo Primer Ministro de su Majestad del Reino Unido, D. Cameron, anunció un plan de economías de 6,2 mil millones de libras esterlinas (7,5 mil millones de euros) contra la función pública, y prevé anunciar otro plan el 20 de junio. Por su parte, el italiano S. Berlusconi expuso su plan el 25 de mayo: allí también se trata, por un lado, de atacar las jubilaciones, de congelar los salarios y de cesar los contratos en la función pública; por otro lado, de reducir las subvenciones a las colectividades locales, lo que dentro de la regionalización impuesta por la UE permitirá una privatización general de los servicios públicos.

Aunque todos estos ataques sean concertados para evitar choques con la población, los trabajadores no parecen dispuestos a dejarse desangrar en nombre de la deuda y la salvación de los bancos. A la imagen de la clase obrera griega, los demás trabajadores europeos buscan medios para luchar y, desde ya, imponen a las burocracias sindicales días de huelga y manifestación para poder expresar su cólera.

Las jornadas de acción se multiplican: el 16 de mayo en España; el 19 en Rumania, donde 40.000 trabajadores manifestaron su oposición a las reducciones de salarios y pensiones de jubilación; el 20 en Grecia, y esto, tras la huelga general del 5 de mayo que ya demostró que los trabajadores están decididos a confrontarse al Estado. El 29 de mayo, en Lisboa, 300.000 manifestantes portugueses desfilaron contra las medidas del Gobierno “socialista” dirigido por Sócrates.

Por lo tanto, y a raíz de las manifestaciones que, el 27 de mayo, reunieron cerca de un millón de personas en Francia ¿cómo comprender a Luc Chatel, portavoz del Gobierno francés, declarando que la "escasa movilización avala el método del Gobierno"?  ¿Es ésta una declaración de guerra contra la clase obrera? Clase que se apoderó de un llamado intersindical para subrayar su total oposición a los ataques contra la jubilación a 60 años y el sistema por repartición.

Si los medios de comunicación se apresuraron a hablar de “movilización a media tinta”, es para ocultar el éxito de la participación obrera a pesar de que la CGT la haya organizado con tan poco empeño. Y a pesar del acuerdo general entre CGT, FSU, CFDT, CFTC, UNAS y Solidarios para “negociar” con el Gobierno la “reforma” de las jubilaciones, numerosas comitivas expresaron su oposición categórica a tal negociación, algunas reivindicando incluso el regreso a las 37,5 anualidades de cotización y agitando, aquí o allá, la consigna de huelga general.

En efecto la cuestión de la huelga general atraviesa la reflexión de millares de trabajadores de Europa y se plantea hoy día para terminar definitivamente con los planes de austeridad. La clase obrera de Europa está lista para movilizarse unitariamente y hasta el final para romper con la Unión Europea capitalista, puesto que los trabajadores podrán imponer sus reivindicaciones sólo a través de una huelga general. Con ello, colocarán las bases de una Europa de los trabajadores para los trabajadores, y darán un paso hacia los Estados Unidos Socialistas de Europa.

Algunos perfectos burócratas ya se han visto obligados a ceder a las presiones de sus bases, como Guglielmo Epifani de la CGIL italiana declarando que: "necesitamos actualmente iniciativas a nivel europeo." Pero no crean que estas burocracias impulsarán algo, al contrario, la Confederación Europea de Sindicatos, en tanto que fiel socio de la UE, se prepara a encauzar un movimiento que es indeseable para ella. Así, cuando el 26 de mayo el Diario (francés) “L’Expansion” preguntó al Ministro de Comercio irlandés Bat O'Keeffes “contrariamente a lo que sucede en Grecia ¿porqué, fuera de algunas manifestaciones de funcionarios, no hay un fuerte movimiento de protesta social en el país?", O’Keeffe respondió, muy a propósito, que "los sindicatos demostraron una gran madurez al haber aceptado las medidas de rigor.  "

Ni el NPA, ni LO, ni el Frente de Izquierda, ni el POI denuncian la política de las direcciones sindicales hecha de negociación y de manifestaciones puntuales; política que beneficia al Gobierno. Y si no la denuncian, es porque no quieren ni por nada una huelga general, porque el alcance político de ésta sobrepasaría con creces el pequeño juego institucional dentro del cual, todas esas organizaciones,  pretenden encontrar un lugar.

Los trabajadores están determinados a luchar, pero para encaminarse hacia la movilización permanente y la huelga general tendrán que pasar por sobre sus direcciones sindicales, controladas por la socialdemocracia y el estalinismo. La clase obrera va a tratar por todos los medios de salvar sus conquistas, y ello le significará movilizaciones y confrontaciones cada vez más duras.

Sólo una verdadera organización revolucionaria, la Cuarta Internacional, podrá responder a la urgencia de organizar inmediatamente -y en todos los países- la huelga general y de plantear, al mismo tiempo, la perspectiva de los Estados Unidos socialistas de Europa. Es por lo tanto, para el GSI, un deber de poner todas sus fuerzas al servicio de su construcción.

 


 
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