Estudiantes entran de cabeza en la lucha contra la reforma de la jubilación
Escrito por PSTU - Brasil
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Movilizaciones contra Sarkozy se radicalizan
Francia realizó un balance del día 19 de octubre, sexto día de huelga general desde septiembre contra la reforma de la jubilación del gobierno Sarkozy.
Según las entidades sindicales involucradas en las movilizaciones, alrededor de 3,5 millones de franceses fueron a las calles en 260 manifestaciones por todo el país para protestar contra la medida que aumenta la edad mínima para jubilarse y el tiempo de contribución.
Con las refinerías y buena parte de los puertos paralizados, el país ya siente los efectos del desabastecimiento, además de haber sectores del transporte, como las ferrovías y parte de los servicios aéreos parados. Según el periódico Le Monde, un 60% de los convoys ferroviarios están paralizados. Los camioneros también se adhirieron masivamente a las protestas.
Junto a eso, el combativo movimiento estudiantil francés entró de cabeza en las movilizaciones, paralizando las actividades en las escuelas y universidades y llenando las calles con centenares de miles de jóvenes. Según la entidad de estudiantes secundarios FIDL, más de 1.200 liceos se movilizaron, parando algo más de 850 colegios, un récord en esa jornada de huelgas y movilizaciones.
Represión
Después de mantenerse intransigente en relación al ataque a las jubilaciones, el gobierno del derechista Nicolás Sarkozy elevó el tono contra los manifestantes. En Lyon y Nanterre (periferia de París), la policía reprimió brutalmente a los manifestantes. ”Esa reforma es esencial. Francia se comprometió a hacerla y Francia irá a implementarla”, dijo el presidente. Él afirmó a la prensa que “tomará medidas” contra el desabastecimiento, dejando entender que debe aumentar la represión contra las movilizaciones.
Posición que fue reforzada por la ministra de Justicia, Michèle Allion-Marie, que prometió actuar con “firmeza” contra los manifestantes. La reforma forma parte del plan de austeridad adoptado por los gobiernos europeos para contener los déficits provocados por las políticas de ayuda y subsidios al mercado financiero durante la crisis desatada en el 2008.
Con la explosión del gasto público y la ineludible aparición de profundos rumbos, los gobiernos ahora evaden la crisis a costa de los trabajadores, promoviendo reformas laborales y jubilatorias como forma de reducir gastos.
Movimiento se radicaliza
El gobierno Sarkozy, aturdido con el aumento y radicalización de las manifestaciones, al tiempo que se muestra intransigente con los ataques, señala posibles acuerdos. Las movilizaciones, sin embargo, sólo tienden a radicalizarse. Según un instituto de investigación francés, más del 70% de la población apoyan las protestas.
No es sólo el desabastecimiento el que quita el sueño a Sarkozy. La entrada en escena de la juventud francesa y la radicalización del movimiento traen de vuelta las escenas de las protestas protagonizadas por los jóvenes de las periferias de París, en el 2005. Se recuerdan aún las manifestaciones contra la Ley del Primer Empleo, dos años después.
Además de incomodar al gobierno, la radicalizada juventud francesa incomoda a las direcciones de las burocracias sindicales, que temen un enfrentamiento directo con el gobierno.
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