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  Brasil: ¿Cómo luchar contra la derecha en las elecciones? Votando nulo
 

Brasil: ¿Cómo luchar contra la derecha en las elecciones? Votando nulo

Escrito por Eduardo Almeida y Jeferson Choma - PSTU       
www.pstu.org.br

El gobierno de Lula tuvo una victoria parcial en la primera vuelta de las elecciones del 2010. Como en la elección de Lula en el 2002 y 2006, derrotó a la oposición de derecha, pero amargó una inesperada segunda vuelta entre Dilma y Serra[1].

Lula amplió la mayoría que ya tenía en la Cámara de Diputados, pasando de 380 a 402 diputados, dejando al bloque del PSDB-DEM con 118 diputados. Ganó, por primera vez, la mayoría también en el Senado, pasando de 39 a 59 senadores. Por último, pero no menos importante, incluso amplió el número de gobiernos de Estado en la primera vuelta, pasando a gobernar más estados de peso como Río Grande del Sur.

Incluso así, no hubo grandes conmemoraciones en el campo gobiernista. El inesperado pase a la segunda vuelta mostró que su candidata perdió 7% de los votos en 10 días. Marina Silva, que capitalizó la mayor parte del desgaste de Dilma, salió fortalecida y con peso importante en esta segunda vuelta.

La oposición de derecha se fortaleció en esta recta final. Tiene el apoyo mayoritario y masivo de las empresas de TV y de los periódicos. A pesar de haber sufrido una derrota electoral, ganó un aliento con el paso a la segunda vuelta y la victoria en São Paulo y Paraná.

El resultado de la segunda vuelta está completamente abierto. Va a depender de un gran número de factores como la posición de Marina Silva, el descubrimiento de nuevos escándalos de corrupción, el comportamiento en los debates, etc. Incluso así, la popularidad –cerca del 80%- del gobierno de Lula muestra la hipótesis de victoria de Dilma como el más probable resultado de la segunda vuelta.
 
Crecimiento de Marina
 
La candidatura de Marina fue concebida, inicialmente, como un instrumento auxiliar de la campaña de Serra, con el objetivo de dividir el voto femenino y petista de Dilma. Marina estuvo apagada en buena parte de la campaña, no se diferenció en nada de las campañas mayoritarias, y tenía un índice del 8 al 9% en las encuestas.

Sólo creció a partir del desgaste de Dilma con las denuncias de tráfico de influencias. Capitalizó la caída parcial de Dilma en un electorado que resistía seguir al PSDB, con componentes de izquierda y derecha. Ocupó una parte del espacio de Heloísa Helena en el 2006, con el discurso de la ética en la política. Pero una candidata del PV, un partido que tiene en su dirección a Zequinha Sarney (hijo del ex presidente José Sarney) hablando de ética, es algo ridículo. El PV está presente en todo tipo de gobierno estadual, completamente apegado a los fondos del Estado.

Marina creció también a partir de una maniobra de la derecha: la campaña realizada por sectores evangélicos mostrando que Dilma sería favorable al aborto. Eso tuvo gran impacto en sectores populares que no habían sido afectados por las denuncias de corrupción y tráfico de influencias del PT. Marina Silva salió en defensa clara de una posición reaccionaria contra el aborto y cuestionando a Dilma. La petista salió a la defensiva y dijo que también estaba en contra del aborto.

Ahora Marina tendrá que decidir el apoyo a Serra o a Dilma. Puede, también, mantenerse en una semineutralidad, liberando el voto. De una forma o de otra, surge como una fuerza ascendente de las elecciones; un arma más en las manos de la burguesía.

La falsa polarización entre dos proyectos semejantes (Dilma y Serra) fue rota en las elecciones, con el casi 20% de los votos a Marina. Sin embargo, se trata de otra falsa opción, porque en todas las cuestiones fundamentales, como el plan económico o la relación con el imperialismo, Marina expresó total acuerdo con el PT y el PSDB.
 
¿Qué es la derecha?
 
El gobierno, el PT, el PCdoB y la CUT van a realizar una enorme campaña por el voto a Dilma, argumentando que es necesario evitar el regreso de la derecha. Nosostros también estamos en contra del regreso del PSDB-DEM al gobierno. Durante la campaña electoral, el PSTU fue duramente atacado por el PSDB. En dos ocasiones trataron de sacar de la TV a nuestro programa. La primera vez, porque mostramos como FHC (Fernando Henrique Cardozo) trataba a los jubilados, y los llamó vagabundos. Conseguimos mantener nuestro programa en esa ocasión, pero no en la segunda. Cuando Serra atacaba a Dilma ligando la petista a la corrupción, mostramos en nuestro programa que Serra también estuvo ligado al gobierno de Arruda[2], del Distrito Federal. El PSDB consiguió sacar nuestro programa del aire.

No queremos que la oposición de derecha regrese. El gobierno de FHC es recordado por los trabajadores por las privatizaciones y los ataques a los trabajadores. Serra sería una continuidad peor de FHC por la crisis internacional que se avecina.

Es necesario luchar contra la derecha, pero eso no significa votar por Dilma. Muchas veces los términos “izquierda y derecha” son bastante imprecisos. Hoy esa indefinición es tan amplia que incluye en la izquierda a la socialdemocracia europea, que administra el capitalismo desde hace décadas en Europa. O, incluso, el PSB en Brasil que presentó como candidato al gobierno de São Paulo al presidente de la FIESP (Federación de las Industrias del Estado de São Paulo).

Los marxistas definen la ubicación de las posiciones políticas a partir de la clase social representada. Ahí la confusión desaparece. Para nosotros, los representantes de la “derecha” son los defensores de la gran burguesía y del imperialismo. ¿Y cómo están la gran burguesía y el imperialismo en estas elecciones?
Los banqueros están financiando las dos campañas y, es probable, que estén dando más dinero para Dilma que para Serra. Ellos tienen todos los argumentos para confiar en ambos. Durante los dos gobiernos de FHC, los bancos ganaron 35 billones de reales, una suma fantástica. Sin embargo, en los dos gobiernos de Lula, las ganancias de los bancos crecieron aún más, llegando a 170 billones de reales. No por casualidad, en una de las cenas de apoyo a Dilma estuvo presente el banquero Safra, una de las mayores fortunas del país.

Las grandes empresas, como un todo, cuadruplicaron sus ganancias en el gobierno de Lula. Este es el motivo por el cual, a inicios de septiembre, las empresas ya habían aportado 39,5 millones de reales para la campaña de Dilma y 26 millones de reales para la de Serra.

Es verdad que las grandes empresas de comunicación, incluida las televisoras y periódicos, apoyan a Serra en su mayoría. Eso posibilita al gobierno una imagen de víctima ante la burguesía. Sin embargo, Lula y Dilma tienen a su lado pesos pesados, como la minera Vale, Eike Batista[3] e innumerables empresarios.

El apoyo de los gobiernos imperialistas también es una referencia importante para identificar quién representa a la gran burguesía en las elecciones. Es indiscutible que todos ellos están muy tranquilos con las elecciones en el país, porque saben que sus intereses estarán garantizados con el PT o el PSDB. Y también es innegable que Lula cuenta con una enorme simpatía entre esos gobiernos. No es por casualidad que consiguió la realización de la Copa y de las Olimpíadas en el país, lo que está siendo muy usado en la campaña electoral.

Por último, podemos mostrar como referencia la posición de los políticos de la derecha tradicional, que siempre representaran a la burguesía en el país. Obviamente el PSDB y el DEM son parte importante de esa representación política. Pero sí se puede decir la misma cosa de Sarney, Collor, Maluf y Jader Barbalho[4], que apoyan a Dilma.

Voto nulo en la segunda vuelta

 
En realidad, hay dos representantes de la gran burguesía y de la derecha en esta segunda vuelta. Dilma es apoyada por el PT, por la CUT y por una parte de la izquierda del país, por expresar la colaboración de clases entre la gran burguesía (que manda en el gobierno de Lula, así como en el de FHC) y los trabajadores. Esa es la gran confusión política existente hoy entre los trabajadores. No ayudaremos a ampliar esa confusión.

Cada voto dado a Dilma o a Serra ampliará la fuerza del nuevo gobierno electo para atacar a los trabajadores. No se puede olvidar la crisis económica internacional que se avecina. No es por casualidad que tanto Dilma como Serra ya manifestaron que van a implementar una nueva reforma de la previsión social, una vez elegidos.

Cada voto nulo en esta segunda vuelta significará menos fuerza para el gobierno electo. Fue imposible, para la lucha de los trabajadores en esa coyuntura, romper la falsa polarización electoral entre las dos candidaturas. Pero es necesario expresar nuestro rechazo a las dos alternativas patronales en disputa. No serán elegidos en nuestro nombre.
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Elección de notorios pícaros[5], además de figuras folclóricas, desgastan aún más la democracia de los ricos
 
Peor de lo que está...

En São Paulo, el payaso Tiririca fue el candidato a diputado federal más votado, con más de 1 millón de votos. Con el slogan “Vote a Tiririca. Peor de lo que está no va a quedar”, el payaso se convirtió en uno de los mayores símbolos de la más completa despolitización del proceso electoral, donde los candidatos son valorizados por la apariencia, simpatía y celebridad. Por otro lado, la gran votación a Tiririca también debe ser explicada por la profunda decadencia de las instituciones burguesas, como el Congreso, palco de escabrosos escándalos de corrupción.

En el pasado, la ridiculez de la democracia de los ricos produjo episodios pintorescos, como la votación al macaco Tião, de un zoológico carioca, que tuvo 400 mil votos y quedó en tercer lugar para prefecto de Río de Janeiro.

Pero hoy, atraer ese tipo de voto se volvió más una jugada de los grandes partidos. Tiririca no era más que un candidato “naranja”[6] y despolitizado. Desde el inicio de su campaña fue preparado por su partido (PR, Partido de la República) para atraer el mayor número de votos posible. El esquema fue acertado. El candidato fue el mayor manejador de votos de su coalición, que incluía al PR, al PT y al PCdoB. Gracias al coeficiente electoral, los votos a Tiririca ayudaron a elegir a los candidatos Otoniel Lima (PRB), Vanderlei Siraque (PT) y hasta al delegado de la Policía Federal Protógenes Queiroz (PCdoB). Tiririca muestra con toda claridad que, en la democracia de los ricos, hasta el voto-escracho ya se volvió un verdadero “esquema” de los partidos.

...puede quedar
 
Como si no bastase, notorios políticos corruptos consiguieron elegirse. Tres políticos comprometidos con el escándalo del “mensalão”[7], regresaron a la Cámara Federal. El ex presidente de la Cámara, João Paulo Cunha (PT), Valdemar da Costa Neto (PR, el mismo partido de Tiririca) y José Mentor (PT), se eligieron en São Paulo.

Pero los “mensaleros”[8] no están sólos. Muchos candidatos de “fichas sucias”[9] conquistaron buena votación. En Pará, Jader Barbalho (PMDB) quedó en segundo lugar en la disputa por el Senado. Paulo Maluf (PP), obtuvo 497 mil votos, el tercer mayor índice del Estado. En tanto, los candidatos están “temporalmente prohibidos” por la Justicia Electoral en base a la Ley de la Ficha Limpia[10]. Pero existe la posibilidad concreta de que esos candidatos sean diferidos, lo que va a depender de la decisión del Supremo Tribunal Federal para validar o no la Ley de la Ficha Limpia. O sea, el lobby de los políticos está suelto en el Poder Judicial.

Pero el regreso de los charlatanes expone de forma incontestable el verdadero funcionamiento de la democracia de los ricos y corruptos. Gana quien tiene la mayor maquinaria electoral, financiada por grupos empresariales y banqueros, quienes garantizan el clientelismo, el cabestro y las campañas millonarias. El “nuevo” Congreso continuará robando, pero ganó ahora un nuevo “equipo” para reforzar la tarea. Aprobada en el Congreso Nacional (después de una petición popular) para impedir que personas con procesos criminales o civiles en curso sean candidatos en las elecciones.







[1]Dilma Rousseff: candidata de Lula a la presidencia. José Serra: candidato del PSDB y DEM, la oposición de derecha.

[2]Roberto Arruda (DEM): gobernador del Distrito Federal preso por corrupción.

[3]Eike Batista: empresario del ramo petrolero, hizo su fortuna en el gobierno de Lula.

[4]José Sarney: ex presidente de Brasil y presidente del Senado, donde fue acusado de tráfico de influencia y corrupción. Fernando Collor de Mello: ex presidente de Brasil, fue destituido por corrupción (impeachment) en 1992. Jader Barbalho (PMDB) y Paulo Maluf (PP): caciques regionales de las burguesías de Pará y São Paulo; notorios corruptos.

[5] Pícaro: candidato cuyo único objetivo es hacerse rico por medio de los privilegios del Parlamento.

[6]Naranja: candidato sin ninguna chance de ser elegido.

[7]Mensalão: esquema de corrupción con origen en el gobierno de FHC, pero que tuvo un ápice en el primero gobierno de Lula en el cual el dinero público era desviado a los bolsillos de los parlamentarios en aportes mensuales.

[8]Mensalero: los parlamentares acusados de corrupción en el esquema del Mensalão.

[9]Ficha sucia: se refiere a los candidatos impedidos de tomar posesión de cargo en el caso de que la Ley de la “Ficha Limpia” sea aplicada en esta elección.

[10]Ley de La Ficha Limpia: Aprobada en el Congreso Nacional (después de una petición popular) para impedir que personas con procesos criminales o civiles sean candidatos en las elecciones.
 
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