“Proyecto X”: las listas negras del gobierno K
Escrito por el
Partido Socialista de los Trabajadores Unificado -
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El reconocimiento público del “Proyecto X” por parte del comandante general de Gendarmería ha puesto en descubierto algo que muchos sabemos que sucede desde hace tiempo: en nuestro país el Estado
Nacional utiliza sus fuerzas armadas y organismos de inteligencia para realizar tareas de espionaje y persecución a los luchadores sociales. Muchos compañeros que han apoyado al gobierno, creyendo en su discurso acerca de los derechos humanos, cada vez están más decepcionados.
Lamentablemente, la realidad va evidenciando que cuando desde nuestro partido, el PSTU -junto a otros partidos de izquierda, organizaciones sociales, de derechos humanos, estudiantiles y sindicales- denunciábamos que con el gobierno kirchnerista la criminali-zación de la protesta social se ha profundizado, no nos equivocábamos.
¿Qué es el Proyecto X?
El Proyecto consiste en la acumulación ilegal de datos y un sistema de espionaje desplegado contra los activistas gremiales,sociales y, en general, todos aquéllos que se oponen a los intereses patronales y a los planes imperialistas, hoy representados por este gobierno nacional. El proyecto se encuentra a cargo de la Gendarmería, una fuerza creada en 1938 con el fin de proteger las fronteras del país y los sitios estratégicos nacionales. Lejos de eso, esta fuerza de seguridad ahora está dedicada al control y represión de los conflictos sociales.
En los últimos años, las patronales y su gobierno delegaron en aquella institución funciones de inf ltración, seguimiento, y persecución de los luchadores sociales ante el desprestigio popular de las otras fuerzas represivas (el ejército, las policías provinciales y la Federal). Así, la Gendarmería, el “centinela de la Patria”, se ha convertido en el puño que golpea a los trabajadores y al pueblo, defendiendo los intereses foráneos de las multinacionales y los planes políticos del imperialismo.
¿Cómo se aplica este plan ilegal de espionaje?
Durante el proceso judicial seguido contra los delegados y trabajadores de la multinacional Kraft y los activistas políticos y sociales que se solidarizaron con esa emblemática lucha (por mejores condiciones de trabajo y contra los despidos que la empresa realizó), saltó a la luz el Proyecto X. Se comprobó así la existencia de ese plan que tiene como finalidad la identif cación tanto del activismo antiburocrático como de los luchadores opositores al gobierno.
Formalmente, el Proyecto X fue reconocido por el propio jefe de la Gendarmería Nacional, el Comandante General Héctor Schenone, en una causa penal que tramita en el Juzgado Federal del polémico Norberto Oyarbide. Es un registro con datos reunidos por gendarmes (que, según la inverosímil versión de Schenone, siempre se lleva a cabo con conocimiento de la Justicia) sobre personas presuntamente perseguidas por delitos. Tiene un altísimo nivel de detalle de cada persona investigada e incluye rubros tales como “teléfonos”, “otros medios de comunicación”, “transporte” y “recursos f nancieros”.
Sin dudas, el Proyecto X implica un brutal avance en la criminalización de nuestros reclamos. Afecta a los trabajadores antiburocráticos, los partidos de izquierda, y las organizaciones estudiantiles y sociales que protagonizamos la resistencia a los planes de ajustes, la sistemática entrega de los recursos naturales y los pisos salariales que pretende imponer el of cialismo. Por supuesto, no habrá inf ltración y procesamiento a los representantes de la Sociedad Rural, de las multinacionales ni de los sectores más poderosos de esta sociedad.
Las mentiras de la ministra Garré
La Ministra de Seguridad, Nilda Garré, en un principio salió al cruce de los dichos de su gendarme, el Comandante General Schenone. Fue imposible creerle a la funcionaria cuando af rmó no estar al tanto de la base de datos denominada Proyecto X y de la inf ltración ilegal que ejecutaba Gendarmería. Esa farsa se comprobó a los pocos días, cuando tuvo que aceptar que el sistema existe, pero en forma descarada def nió al proyecto como un software (?), una “herramienta para combatir el crimen” y que su uso siempre estaría supeditado a orden judicial.
Desde el PSTU sostenemos que el gobierno usará la Ley Antiterrorista y el Proyecto X para combatir las luchas que se irán agudizando ante el ajuste tarifario, la inflación y las luchas salariales que el gobierno pretende limitar imponiendo un techo salarial del 18%.
Los procesos judiciales seguidos contra 5000 luchadores, el silencio y la complicidad estatal ante el accionar de patotas sindicales y paraestatales, la causa que le armaron al Pollo Sobrero, el espionaje durante la lucha de Kraft, la represión a los trabajadores petroleros, docentes y a quienes luchan contra la explotación y entrega de la minería a capitales yanquis e ingleses, la persecución a los pueblos originarios y la promulgación de la Ley Antiterrorista demuestran claramente el curso que va tomando el gobierno kirchnerista, que ejecuta obedientemente los planes del G20 y def ende las extraordinarias ganancias de las empresas transnacionales y el desvergonzado saqueo de recursos naturales no renovables.
De esta forma, queda al descubierto que el gobierno no def ende los intereses nacionales y populares, ni respeta los derechos humanos, que son rotundamente vulnerados por este Proyecto y el conjunto de las medidas adoptadas últimamente.
Hay que derrotar al “Proyecto X” y la Ley Antiterrorista
La historia de nuestro país conoce perfectamente de que se tratan estas prácticas. Por ello, y por la memoria de los 30.000 compañeros y compañeras detenidos desaparecidos debemos impedir cualquier intento de controlar las protestas sociales, más allá del discurso gubernamental. Desde el PSTU llamamosa las centrales sindicales, los organismos de DDHH, los movimientos sociales, y a todos los partidos políticos, a unificarnos en un contundente repudio a estos planes de persecución a los obreros y al pueblo, para lograr que el gobierno cese con estas provocaciones y proyectos represivos. Hacemos un especial llamado a aquellos sectores que incluso desde el kirchnerismo, se oponen a este atropello.
Para lograrlo, el próximo 24 de marzo, a 36 años del aniversario más siniestro de nuestro país, será una gran oportunidad para llevar a cabo esta unidad y demostrar un absoluto rechazo a cualquier avasallamiento de nuestras libertades democráticas. Es hora de poner manos a la obra.