Mujica mateando con el Imperialismo
Vázquez invitó a Bush; Mujica mateó con Rockefeller y Soros
12/10/2013
El discurso del presidente Mujica en la ONU fue publicado en todos los medios. Sus ministros, asesores y aduladores de siempre anticiparon que sería una pieza oratoria única. La mismísima prensa burguesa local se sumó al coro de alabanzas y lo aplaudió.
¿Qué habrá dicho, que lo aplaudieron desde los políticos burgueses blancos y colorados hasta las patronales antiobreras, pasando por dos millonarios como G. Soros y Rockefeller, que viven de la explotación y especulación de nuestros pueblos?
Mujica habló del SUR, de su pobreza, violencia, marginación, colonialismo y hasta del bloqueo a Cuba. De todo eso que los jefes de estado y embajadores siempre hablan en la ONU, un foro al servicio de las grandes potencias que con su poder de veto impiden se tome cualquier medida que pueda afectar sus intereses. O que sencillamente la desconocen, como pretendió hacer el presidente Obama cuando inicialmente manifestó su decisión de atacar Siria.
Pero no habló de la lucha de clases, de las multitudinarias manifestaciones que recorren Brasil, de las huelgas mineras en Bolivia, de las luchas de los docentes y los trabajadores de la salud en Argentina y en nuestro país.
Se sintió, sin embargo, representante de nuestra América y señaló, entre otras cosas, que: … “Cargo con una gigantesca deuda social, con la necesidad de defender la amazonia, los mares, nuestros grandes ríos”.
Pero no habló de lo que nosotros conocemos: la entrega a las multinacionales como BOTNIA-UPM que arrasa con los campos cultivados para plantar eucaliptus y vierte miles de kg de desechos contaminantes diarios en el río Uruguay. No habló de los más de 500.000 uruguayos que ganan por debajo de $10.000. Menos aún, de la fraudulenta deuda externa contraída por las dictaduras y que los trabajadores y pobres de toda América estamos pagando puntualmente, a costa de la educación, la salud, la vivienda. Ni una palabra sobre el proyecto Aratirí de mega minería y el puerto de aguas profundas que romperá el ecosistema de la costa atlántica. Solo una mención a la presencia uruguaya en Haití y el Congo, para quejarse de que …”llevamos años y años, siempre estamos en los lugares que nos asignan, sin embargo donde se decide y reparten los recursos no existimos ni para servir el café”.
A los del NORTE les dijo lo que querían oir: que, de acuerdo con Tabaré Vazquez y su ministro Astori, defiende la inversión extranjera sin condiciones, que necesitamos su filantropía y su asistencialismo, aceptando transformar al país en un laboratorio mundial en el tema de la marihuana. ¡Cómo no lo iban a aplaudir! Este presidente anciano, austero, enternecedor, es una prueba que el viejo guerrillero puede ser domesticado y transformado en un chico para los mandados.
Es el mismo Mujica que mandó construir una cárcel VIP para los dictadores y sus criminales; el que se opuso en la anulación de la ley de caducidad, porque respeta el pacto hecho con las FFAA, desde el Pacto del Club naval.
Es el mismo presidente que trata de vagos a los empleados públicos; manda a trabajar más horas a los maestros; el que firmó la esencialidad para los trabajadores de la salud; el que acepta que su ministro del interior infiltre las marchas estudiantiles, vigile y controle a los manifestantes, criminalizando la protesta y en especial a algunos de sus voceros como los luchadores Irma Leites, Jorge Zabalza y Alvaro Jaume.
El discurso de Mujica menciona la palabra “luchar” una sola vez: …”luchar por una agenda de acuerdos mundiales…”, pero agrega que ni siquiera eso “es fácil, ni rápido en el caso de ser posible”. Ya no es posible luchar, menos aún derrotar al imperialismo y su política hambreadora y saqueadora de los pueblos. Mujica, vergonzantemente, declaró su rendición. Por eso, su discurso irá a parar al basurero de la historia.
