FRENTE AL CAPITALISMO EN CRISIS SOLO HAY UNA ALTERNATIVA: REVOLUCIÓN SOCIALISTA!
   
  -
  Las enseñanzas del conflicto bancario
 
 
Las enseñanzas del conflicto bancario

El conflicto bancario demostró, por sobre todo,  que cuando las bases se movilizan y en las asambleas se practica la democracia obrera, los “preacuerdos” pactados a espaldas de los trabajadores entre el gobierno de turno y la burocracia sindical pueden ser rechazados y derrotados.


La disposición a la lucha de los bancarios y su categórico rechazo a lo negociado entre la máxima dirección sindical con el gobierno, quedó claramente demostrado en las numerosas asambleas a las que concurrieron más de dos mil bancarios, quienes rechazaron una y otra vez las propuestas conciliadoras de la burocracia sindical.

Todo el esfuerzo de este sector dirigente para levantar el conflicto chocó en cada instancia contra una mayoría de bancarios que se pronunciaba por profundizar la lucha, discutiendo y resolviendo en asambleas masivas.

El papel jugado por la lista 810 con el apoyo de la 575

En todo ese tiempo, la burocracia fue desplazada del centro del conflicto y en los hechos, la lista 810 fue públicamente la representante de los sectores que sostenían la lucha por sus justas reivindicaciones.

La lista 810, pese a ser hasta ahora minoritaria en la Comisión Directiva del gremio, se apoyó en la movilización y en la consulta a las asambleas. Se ganó también el respaldo de la lista 575, que está compuesta por jóvenes ingresados en el último tiempo. Esta nueva camada de bancarios jóvenes mostró su clara disposición a enfrentar al gobierno y eso la llevó al enfrentamiento con las posiciones claudicantes de la dirección mayoritaria.

En los hechos, la lista 810 –con el apoyo de la 575- pasó a ser la dirección del conflicto. Así, el mismo se fue fortaleciendo y se planteó la organización de una marcha a Punta del Este, que comenzó a tener el apoyo de otros gremios como COFE y uno de los sindicatos policiales que llegaron a considerar su posible participación en la misma.

La marcha podía significar, sin dudas, no solo un fortalecimiento del conflicto bancario sino además, la unificación en la lucha de varios gremios en defensa de sus reivindicaciones.

El gobierno no pudo ocultar su nerviosismo. Todas las declaraciones del presidente Mujica como de su asesor Luis Romero y  de los sectores empresariales de turismo fueron para criticar públicamente la marcha y oponerse totalmente a ella.

El error de la lista 810: una crítica fraternal, en el marco del espacio clasista

A partir de la reunión entre el gobierno y los representantes de la lista 810 –que trasciende en la prensa- se da un vuelco radical del conflicto. Se impone la negociación con el gobierno y se levanta el conflicto, postergando su resolución para meses después y se levanta la marcha a Punta del Este.

A nuestro entender, los compañeros de la 810 se equivocaron cuando aceptaron participar en una reunión con el gobierno con carácter de “reservada” bajo promesa.
La fuerza de la 810 estaba en los bancarios movilizados y una dirección clasista debe mostrar –a diferencia de la burocracia sindical de cúpula- que solo está dispuesta a mantener negociaciones abiertas y públicas ante sus bases. De lo contrario, cae en una posición cuando menos ingenua, porque ni el gobierno ni la patronal cumplen sus promesas cuando no les conviene.

Un segundo error fue pensar que la solución al conflicto podía encontrarse en una reunión “reservada” con el presidente Mujica. La lucha de los bancarios venía profundizándose y logrando el apoyo de otros gremios y solo continuando por ese camino hubieran podido “torcerle el brazo” al gobierno.
 
Un error sucedió al otro. Y así se llegó a una total confusión, cuando algunos dirigentes de la 810 señalan que “decidieron mantener la palabra hasta el final” y por eso negaron públicamente haberse reunido con el gobierno. Lamentablemente, 24 horas después, tuvieron que retractarse.

Esta reunión les costó “elogios” del burócrata Ibarburu (del sector oficialista Articulación), quien declaró: “Ellos justamente toda la vida criticaron este proceder. Me alegro de que ahora lo hayan practicado por el bien de todos los trabajadores.” (1)

No estamos del lado de ibarburu. Ni tampoco de algunas declaraciones de compañeros que entienden que los dirigentes de la 810 son traidores a la clase.

A nuestro modo de ver, esos dirigentes sí cometieron el serio y trágico error de confiar en este gobierno que –popr más que se diga de izquierda y agite su pasado- hoy está impulsando una política claramente neoliberal y privatizadora, postergando una y otra vez las aspiraciones salariales y de condiciones de trabajo de la mayoría de los trabajadores, en especial de los jóvenes.

Entendemos que el espacio clasista -que pretende construir una dirección de alternativa a la burocracia sindical, una nueva dirección democrática y a favor de la lucha- debe necesariamente encarar un profundo balance del conflicto bancario que nos permita la reflexión, la crítica y la superación de los errores. Solo así, en un debate crítico pero fraternal, podremos extraer las mayores enseñanzas que dejó el conflicto bancario y dar pasos más sólidos hacia una nueva dirección sindical.

1) Diario El Pueblo, Salto.


La justificación del dirigente del PT y la reunión con Mujica

“La reunión con Mujica se hace el 11, nos la plantea un militante del MLN, y luego nos llaman desde la propia presidencia para convocarla, con la condición de que fuera “reservada”.
El presidente quería reunirse con los “radicales” que según Brenta “tienen un peso inexistente”. (…) cuando llegamos le dijimos a Mujica que apenas saliéramos de la reunión, la pondríamos en conocimiento del Consejo de Banca Oficial, y que el compromiso de reserva era exclusivamente para la prensa.

A nosotros nos había llegado un planteo de prorrogar el convenio colectivo vencido por un año,(…) en el fondo implicaba un monumental recule, ya que al mantenerse el convenio se mantendrían todas las conquistas, incluida la escala GEPU. Pero ese planteo que se nos hace no sabíamos si era directamente avalado por Mujica, por eso aceptamos la reunión.
 
En la agrupación ‘810’ hubo una posición mayoritaria de mantener la palabra hasta el final, yo creía que ya estaba más que claro que no habíamos sido nosotros los que habíamos violado la “reserva” reclamada por la otra parte (…)
Algunos periodistas se preguntaban por qué habíamos informado en AEBU, pero lo negábamos a la prensa, y la respuesta está en que ese había sido el compromiso. (…)"

(Extraído de la prensa del Partido de los Trabajadores)

 

 
  Contador de Visitas: 257455 visitantes ¡Proletarios de todos los países, uníos!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis