Desde que el alumnado ha exigido resueltamente, con determinación y respeto,
participación en la gestión de la Escuela Agraria de San Carlos, los “padres
sabios” conciliadores, representantes del personal docente y no docente, han
puesto el grito en el cielo con su silencio.
Se nos había negado una copia impresa del Estatuto del Estudiante de
Enseñanza Media, lo que nos llevó a presionar mostrando que tal acción era una
violación del mismo que nos escondían en su capítulo I, artículo 4, punto C.
Nos mostraron las boletas de destino de la partida de aproximadamente
$110.000.
¿Cuándo se nos informó eso? Obviamente luego de destinarla arbitrariamente a artículos de calefacción. El Sr. Director y sus secuaces de la “N” (termino acuñado por los alumnos para calificar a los “de arriba” modificando el conocido término “Intelligentsia” y sustituyéndolo por “Negligentsia”) quieren aparecer como transparentes cuando en realidad no hacen más lo que ya está resuelto el tema del destino del dinero, pero jamás consultaron a los estudiantes ni algunos funcionarios.